Me acuerdo de que hace tiempo se veía a las chicas que le rogaban a los chicos cuando estos decidían terminar con ellas, pero ahora la situación ha cambiado; ahora son los chicos los que lloran, se arrodillan y dicen cojudez y media con tal de que su pareja de turno no los abandone. Como no tengo una memoria tan frágil recuerdo que hace años atrás vi a una pareja discutir en la noche, el chico era un pata alto, normal, parecía de buena familia y su costilla era una cholita cualquiera; el asunto fue de que yo pasé por su costado con el afán de dirigirme a tomar un taxi para ir a una reuna, y escuché de que el chico le decía a la chica "Quiero ser tu perro", puta madre, si por lo menos hubiera sido en el sentido sexual de la palabra como que quisieran practicar alguna pose media rara, pero noooooooooooo, el chico lo decía de una manera humillante, como rogándole a la chiquilla que no lo dejase; ella como se comportaba? terca, parece de que lo quería mandar a volar al chiquillo.
Estos casos son frecuentes, el amor cuando no es correspondido y nos obsesionamos con la persona no adecuada se vuelve en una pérdida de valores, tanto materiales y espirituales, los cuales algunos podremos recuperar mientras que otros no. Qué perdemos muchas veces? La dignidad, al tratar de rogarle a nuestra pareja para que no nos deje; dinero, por complacer sus caprichos de él o ella (aunque en nuestra sociedad más sería de ella, porque siempre el cojudo tiene que pagar todo)y algo muy importante: tiempo, perdemos tiempo valioso que podríamos estar empleando en estudiar algo, en divertirnos, en estar con la familia, con los amigos, en buscarnos otra flaca o flaco y no la huevada que tenemos en casa. Como lo digo siempre, el dinero se puede recuperar, pero la dignidad lleva su tiempo y el tiempo, imposible recuperarlo.
Así de que ya saben, mientras más se acerca el día de San Valentín más posibilidades hay que surga un conflicto con nuestra pareja, por qué? fácil, por la presión; nos abocamos tanto por querer hacer que las cosas sean tan perfectas, que al final nos estresamos, terminamos tensos y ahí empiezan los líos.
Un consejo, tranquilidad en ese día, hagan cosas pequeñas, pero significativas. No sean cojudos, no compren un peluche del porte de Godzilla y las costillas no se quemen las manos haciendo el plato favorito de su flaco; un pequeño arreglo floral (con flores robadas al estilo Condorito) o un pequeño paquete de chocolates o los cigarros favoritos del flaco pueden obrar milagros.
Ahí los vidrios, nos vemos en un próximo post
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